¿Por qué mentimos? ¿Por qué creemos que necesitamos mentir?
Tal vez porque a veces necesitamos o elegimos preservar una parte de nosotros y recurrimos a ello, cuando realmente las mentiras no engañan a los demás, nos engañan a nosotros mismos.
¿Qué es una mentira?
Mentir es ocultar algo de manera intencionada a otra persona.
Obviamente no todas las mentiras son iguales ni tienen el mismo calado, ya que depende mucho el tipo de relación que mantengamos con la otra persona y el tema sobre el que decidamos mentir.
¿Por qué decidimos, incluso, necesitamos mentir?
En general, creo que porque de esa manera pensamos que seremos más aceptados, tal vez por que nuestras pequeñas miserias no nos gustan, y pensamos que nadie nos querrá si las mostramos.
Personalmente, cuando he mentido es porque me da miedo que me retiren el afecto, el amor que esa persona pueda sentir por mí, ya que lo considero un pilar importante en mi vida y no quisiera perderlo, o que algo pudiera modificarse o variar entre nosotros.
¿Por qué nos duele tanto la mentira?
¿Por qué una mentira tiene tanta importancia?, ¿Por qué una mentira hace que todo lo demás parezca falso? ¿Qué nos hace sentir una mentira?,
Lo primero que me hace sentir una mentira es decepción, decepción frente a lo que yo consideraba importante y sobre la persona. Me hace cuestionarme si conozco tan bien a esa persona y dónde está el límite de esa mentira, pues si me ha mentido en algo pequeño pero que sabía que era importante para mí, ¿en cuántas cosas más lo hará?
Y si elige mentirme porque sabe que algo no va a gustarme, entonces, ¿realmente hay confianza?, ¿Esa persona se está mostrando como es o se modifica para gustarme, o porque no se gusta?
Es como si de pronto se colocara frente a mí toda la historia que he tenido con esa persona, larga o corta, intensa o débil, y hago una valoración de toda esa trayectoria desde la mirada de esa mentira.
Me cuestiono cada momento que he preguntado sobre algo, cada situación que me parecía confusa… y de pronto empiezo a filtrar nuestra historia desde la perspectiva de la mentira, colocando la distorsión de ésta en cada punto que me ha generado desconcierto de nuestra trayectoria, de tal forma que al final, un camino compartido, se convierte en un recorrido lleno de agujeros , y lo que antes me parecía un sendero agradable ahora lo veo como dudoso y oscuro.
La desconfianza cae instalada en mi, y entonces paso de la decepción al cuestionamiento de la relación, a los valores de ésta, al enfado, incluso a la lejanía de la persona.
Necesito entender qué es lo que ha pasado y qué la ha llevado a actuar de tal forma.
Cuando una persona me miente me siento desvalorizada, como si me considerase un poco estúpida, me cuestiono sobre mi misma, si realmente soy tonta por confiar, si la otra persona se está riendo de mí. Me hace sentir débil y algo indefensa.
Eso me hace recurrir al enfado, al desdén al, “no me importa”, al “tú te lo pierdes”, cuando en realidad lo que pulsa en mi interior es dolor, tristeza, necesidad de entender porque la otra persona ha optado por mentirme, ¿Es para protegerse de mí?, ¿Tal vez no se sienta en confianza conmigo?, ¿Seré demasiado exigente con ella?
Son puntos muy diferentes, a veces conjugan varios a la vez, a veces uno solo… pero lo que es seguro, es que algo dentro de mí se agita.
Las mentiras no engañan a los demás, nos engañan a nosotros mismos
Creo que en ocasiones mentimos porque sabemos que lo que hacemos no está aprobado por la otra persona y, generalmente, por nosotros tampoco, nos preocupa decepcionarla, que pueda enfadarse con nosotros, o que ya no confié tanto como antes.
Y es curioso, pues justo esto mismo es lo que conseguimos cuando mentimos, por lo que me sigue pareciendo un misterio mentir.
Una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa
ALFRED ADLER
¿Para qué nos sirve la mentira?
Tal vez porque si mentimos hay una posibilidad de que pase todo esto, mientras que si decimos la verdad, estamos seguros de que así pasara.
Cuando mentimos es porque ya hemos decidido y juzgado cual será el comportamiento de la otra persona con respecto al tema, me he juzgado y condenado a mí mismo y a la acción o situación.
No dejo espacio para que la otra persona sea libre de actuar y sentir, y me niego la libertad a mí mismo también.
Pero, ¿has intentado alguna vez decir la verdad antes de mentir? ¿Has comprobado si el resultado es el esperado? O simplemente es nuestra vergüenza, miedo, culpa o falta de valor la que se inventa todo esto.
¿Y cuándo soy yo el que miento?
Cuando he mentido, de forma consciente y voluntaria sobre algo que quería ocultar, no sobre algo que quería preservar solo para mi, sino algo que de forma deliberada no quería que supiera la otra persona, me siento un poco avergonzada, con miedo a ser descubierta, me pongo en alerta y un poco irascible, muchas veces disfrazada de una simpatía forzada.
Siento que me oscurezco, que algo en mi no se siente nada bien, siento que me alejo de esa persona, pero en realidad de quien me alejo es de mi misma.
Cuando he dudado entre decir la verdad y mentir, y finalmente opto por arriesgarme y decir la verdad, me ha resultado realmente enriquecedora, pues aunque a priori la otra persona pueda enfadarse, desconcertarse por lo que le cuento, al final siempre he podido hablar sobre el tema y darle una solución.
Me permite ser yo misma, aceptando lo que no me gusta, o lo que he decido condenar como negativo, y al mismo tiempo dejo de subestimar y juzgar a la otra persona, concediéndonos un espacio de libertad mutua.
Pero, incluso cuando la otra persona se ha enfadado, el sentimiento que ha quedado en mí ha sido infinitamente mejor que cuando he mentido.
Al decir la verdad me siento liberada, como si soltara un peso, y eso me permite poder enfrentar la situación sin miedo o culpa, y por lo tanto es mucho más fácil encontrar una solución o aceptar la que surja del momento, sin necesidad de tener que controlar cual será el resultado.
Creo, que como en la mayoría de las cosas, a veces la mentira en un test, un test que nos pone a prueba para enfrentarnos a nosotros mismos.