Porque oír no es lo mismo que escuchar
En Gud te queremos retar a que explores tu forma de escuchar e invitarte a desarrollar una escucha atenta, una escucha Gud. Puedes pensar que es sencillo u obvio, pero te vamos a demostrar que no lo es tanto. ¡Acompáñanos!
A la mayoría de las personas nos gusta más hablar que escuchar. Esto tiene una explicación fisiológica, se ha demostrado que cuando hablamos de nosotros mismos se activan áreas del cerebro relacionadas con el placer por lo que parece lógico que ésta sea nuestra tendencia natural.
Aunque resulte increíble, el ser humano no está diseñado para escuchar.
La escucha atenta es una habilidad
La escucha requiere capacidad para poner la atención en el otro y en lo que te cuenta. Esto, que a primera vista parece sencillo, requiere un esfuerzo que no mucha gente está dispuesta a hacer.
Si crees que lo que te digo no es verdad, piensa en la última conversación que tuviste. ¿Qué te dijo la otra persona, recuerdas las palabras que utilizó?, recuerdas si estaba contento o triste? ¿Recuerdas lo qué le preocupaba o necesitaba? Haz la prueba con la siguiente conversación que entables y te sorprenderás.
Obstáculos en la escucha atenta
Cuando conversamos tendemos a pensar más en lo que vamos a responder que en lo que nos está diciendo el otro. Cada uno quiere hablar de su libro.
Otro obstáculo con el que nos encontramos es que creemos que para caerle bien a alguien debemos ser interesantes, lo que implica que terminemos hablando más que escuchando. Pero la realidad es justo la contraria: para caerle bien a alguien lo que debes conseguir es que la otra persona se sienta interesante.
Lo de querer compartir lo tuyo es natural y está muy bien, en ningún caso se trata de no contar tu parte, lo que te sugerimos es buscar el equilibrio y los espacios con el otro.
Acordad hablar por turnos. Primero uno habla sobre lo que necesita, quiere o le apetece y el otro tan sólo escucha, y pasado ese tiempo pactado, se intercambiarán los papeles. Algo tan sencillo tiene efectos muy poderosos. Os sorprenderá. Es una de las guías que te proponemos en cómo comunicarnos en Gud Match.
La buena noticia es que la escucha es una habilidad, es una destreza y, como tal, se entrena, se desarrolla y se potencia.
Cuando escuchamos de verdad, aprendemos y nos enriquecemos. Podemos ver a través de los ojos de la otra persona y asomarnos a perspectivas distintas que nos permitan entender, de verdad, que nuestra realidad no es la única.
Escucha atenta en Gud
Cuando contactes en Gud , practica esta escucha atenta. Tenemos la gran ventaja de no conocer a la otra persona y, por tanto, no estaremos tan condicionados ni estaremos preparando respuestas a lo que nos cuenta.
No conocemos su ideología, su religión, su orientación sexual, su edad, su nacionalidad, su equipo de fútbol, a qué se dedica…esto es un regalo para convertirnos en un lienzo en blanco que recoge todo lo que el otro nos da.
Sal de tus propios ruidos, olvídate de ti y conscientemente ponte a escuchar, dejando tus problemas en la estantería durante el tiempo que dure esa escucha atenta.
La escucha atenta nos transforma
Como decíamos al principio, oír no es lo mismo que escuchar, escuchar es un acto consciente mientras que oír es involuntario.
Si aprendes a escuchar atentamente verás un cambio profundo en tu vida y en tu manera de comunicarte y relacionarte en todas las facetas de tu vida.
Es el inicio de un proceso de crecimiento tuyo, personal e interpersonal con los que te rodean. Te ayuda a no juzgar, no evaluar, no criticar y no dar soluciones, pero sí acompañar, acoger y aceptar.
También es la herramienta básica de la comunicación y nos ayuda a resolver conflictos que hasta ese momento eran batallas perdidas e inútiles.
Cuando hablas solo repites lo que ya sabes, pero cuando escuchas quizás aprendas algo nuevo
DALAI LAMA
La cualidad básica de la escucha: La empatía
Para aprender a escuchar tenemos que desarrollar su cualidad básica: la empatía. Esta palabra que tan manoseada está, quiere decir que cuando escuchas realmente te pones en los zapatos del otro, el marco de referencia pasa a ser el de la otra persona y no el tuyo.
Desapareces tú para dejarle paso al otro con sus circunstancias. Por ejemplo: si la otra persona te está hablando de cómo disfruta cuando cocina para sus hijos y tú odias cocinar porque te obligaban a hacerlo en tu casa, tendrás que olvidar todos tus prejuicios y tu historia y poner toda tu atención en lo que supone para la otra persona, pudiendo vivir a través de lo que te cuenta y transmite su alegría, emoción y satisfacción.
Emoción y contenido, no siempre coinciden
Cuando escuches ten en cuenta que te encontrarás dos partes distintas:
Una es cuando escuchas la emoción, es decir, no tanto lo que te dice, sino cómo lo dice. Qué emoción es la que siente cuando te cuenta eso. Si te está diciendo lo bien que se lo pasó en el parque de atracciones con su pareja, pero la emoción no corresponde (está serio o no utiliza ningún signo de entusiasmo), podrás preguntarle: pareces triste cuando me cuentas esto…Le estás dando la oportunidad de ver qué es lo que siente realmente, porque, como te irás dando cuenta, muchas veces no sabemos ni cómo nos sentimos.
La otra es objetivamente el contenido de lo que te cuenta. A lo mejor la historia del parque de atracciones venía acompañada de la partida a otro país de su pareja por trabajo…le puedes ayudar a aclarar lo que le pasa: parece que te sientes triste porque se va tu pareja, cuesta mucho decir adiós a alguien que quieres…
Cuida, acoge, pregunta…
Cuando escuchamos atentamente es muy importante que cuidemos las palabras que usamos y también el tono, el timbre, los silencios…Cuando una persona te está contando algo te abre parte de su vida, de su historia y eso, siempre, hay que cuidarlo.
Acoge con calidez a la persona y acompáñala en su camino con palabras como: Sí, ya, entiendo…o cualquier palabra o frase que suelas utilizar para dar a entender al otro que estás ahí y que le estás escuchando.
Atrévete a preguntarle lo que no entiendas, comprender bien lo que te está contando es importante, no te cortes en preguntar todo lo que necesites. Cuando le preguntamos mostramos interés por lo que nos está contando y, además, le estamos dando la oportunidad de que busque nuevas palabras y a lo mejor descubra algo nuevo.
También es muy importante la respuesta. Con ella confirmamos que hemos escuchado, la persona necesita saberlo. Esta respuesta debe ser clara y precisa, si es posible breve, sin frases hechas y sin generalizar ni utilizar tópicos.
Algunos de los errores más típicos
Algunos de los errores más típicos cuando escuchamos son: rebatir, interrumpir, negar, ignorar, discutir, descalificar. Si quieres saber más sobre ello te lo contamos en nuestro contenido cómo comunicarnos mejor.
También es muy importante escuchar la demanda de la persona: qué pide, qué espera de lo que está compartiendo. Puede ser un simple desahogo emocional o resolver un conflicto. Esto marcará una clara diferencia para ti y te ayudará a saber cómo acompañarle, aunque esa persona siempre tendrá la clave a su conflicto, sólo tiene que poder encontrarla mientras te lo cuenta.
En definitiva, para poder desarrollar esta escucha atenta tendremos que desarrollar cualidades como la empatía, la autenticidad, la mirada apreciativa y el no juicio.
No significa que si no las tienes no puedas hacerlo, sino que practicar este tipo de escucha te ayudará a desarrollarlas y hacerlas crecer dentro de ti y esto te traerá frutos tanto dentro como fuera de Gud Match.
Aprovecha la oportunidad y disfruta de la maravillosa experiencia de escuchar al otro
La escucha atenta es el mejor remedio contra la soledad, la locuacidad y la faringitis.
WILLIAM GERGE WARD