Envidia: ¿un monstruo o un aliado?

La envidia es una emoción ancestral que nos ha acompañado desde tiempos inmemoriales. Si bien a menudo se ha asociado con la vergüenza y el malestar, ¿no podemos explorar un enfoque más ingenioso?
Envidia: ¿un monstruo o un aliado?

Ains la envida…esa desagradable sensación de que otro tiene lo que a ti te gustaría tener pero te falta.

Nos genera malestar, en algunos casos vergüenza y en otros rabia. Es un sentimiento muy mal visto que casi nadie admite como propio.

Pero amigos, la envidia es tan antigua como la humanidad…ya la Biblia nos contaba la historia de los hermanos Caín y Abel y son muchos los países que han atravesado guerras civiles en las que se han enfrentado hermanos contra hermanos…pero realmente, tiene sentido?

Cuando estamos mirando lo que es el otro, lo que tiene el otro no estamos mirándonos a nosotros mismos…o, si lo hacemos, sólo estamos mirando lo que nos falta, lo que no tenemos y el otro sí.

Algo innato en el ser humano que nos coloca fuera de nosotros, porque cuando sentimos envidia  estamos mirando al otro, pero un otro cargado de fantasía porque, en general, nos imaginamos que eso que envidiamos es la clave del éxito o la felicidad de esa persona.

La envidia es traicionera, porque en realidad sólo vemos una parte de la realidad y no toda la “fotografía”.

Nuestra envidia dura siempre más que la dicha de aquellos que envidiamos.

François de La Rochefoucauld

Esto de la envidia y la frustración se ha puesto especialmente de moda con el tema de las redes sociales. Escaparates de nuestros éxitos, nuestra mejor versión, nuestras mejores frases y la mejor de nuestras sonrisas.

Esas vidas perfectas esconden sus propias miserias

En muchos casos será real y ese instante fue así, pero son solo pequeñas fracciones de la realidad que no muestran la imagen completa porque no existe imagen completa…la vida son fotogramas continuos y como en cualquier buena trama de un libro o una película, atravesará momentos más difíciles, retos, momentos felices y grandes pérdidas…es la vida y no nos podemos quedar sólo con una parte.

Envidiamos lo que no tenemos precisamente por eso, porque no lo tenemos y fantaseamos con que conseguirlo cambiaría nuestra realidad.

Cuando tenemos el pelo liso lo queremos rizado, pero los que lo tienen rizado les gustaría tenerlo liso, los bajos querrían ser altos y los muy altos preferirían ser más bajos…al final te das cuenta de que todas nuestras características tienen sus pros y sus contras y sólo vemos el «lado oscuro» de lo que tenemos cuando lo estamos viviendo y el que envidia, realmente, no ha vivido eso que envidia porque es sólo la fantasía que tiene sobre lo que sería tenerlo.

La envidia es el arte de contar las bendiciones del otro en lugar de las propias.

Harold Coffin

Las vidas perfectas de algunos “personajes públicos” encerrarán, posiblemente, miserias parecidas a las que vivimos las “personas normales”…decepciones, pérdidas, frustraciones y posiblemente un potente “síndrome del impostor” por tener que estar con esa máscara perfecta 24/7.

Pero volvamos a la envidia…chincha, raviña que tengo una piña… ¿Disfrutamos mostrando lo que conseguimos? ¿Buscamos, aunque sea de manera inconsciente hacer ver al otro que nosotros si lo tenemos y ellos no? Y, por otro lado, ¿cuándo vemos que otra persona consigue algo nos alegramos por ella y por su éxito o nos sentimos pequeños y fracasados por no haberlo logrado nosotros?

 La envidia distorsiona nuestra percepción del mundo, de nuestra realidad…no nos deja ver lo que sí tenemos y todo nuestro potencial.

La envidia distorsiona nuestra percepción del mundo

Aceptar las cartas que nos han tocado en la vida, confiar en que con ellas podemos hacer grandes cosas y poner nuestra atención en encontrarlas parecen elementos clave para poder reenfocar la mirada y empezar a construir.

Dicen que la envidia sana no existe…quizás porque lo que realmente encierra es admiración por algún logro de alguien que incluso puede inspirarnos e impulsarnos a mejorar y guiarnos en esa dirección. No tenemos que ser cómo esa otra persona, pero sí podemos recoger claves que vemos en ella.

El problema no es sentir una emoción, sino actuarla de una manera negativa, hacer daño, no tomar conciencia de que la estamos sintiendo o ponerla en los demás para no hacernos responsables de ella.

Si yo siento envidia de lo deportista que es mi amiga es porque, en el fondo, para mí es importante tener hábitos de vida saludable y no me estoy ocupando.

Si hago un “buen uso” de esa envidia, me daré cuenta de que la tengo y actuaré buscando algún tipo de ejercicio físico que me guste lo suficiente para coger un hábito que ahora mismo no tengo.

Si no me doy cuenta de esa envidia podría empezar a rumiar pensamientos del tipo: “ya verás como se lesiona”; “esta chica lo que le pasa es que es una vigoréxica” o lo llevaría al chascarrillo: “yo no corro porque a mí nadie me persigue” …cada uno tenemos nuestros recursos para quitarnos la responsabilidad de cambiar algo y hacer como que no es nuestro problema

Lo más importante es que entendamos que cuando no cogemos esa responsabilidad también nos despojamos de todo nuestro poder, de nuestra libertad y nuestra capacidad para cambiar las cosas.

Como verás, la envidia esconde grandes claves para nosotros detrás de ese mal cartel con el que nos lo han presentado toda la vida.

Si me envidias es porque no sabes lo que tuve que sufrir para lograr ser quien soy

Anónimo

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Sol Rengifo

Cofundadora Gud
Cofundadora de Gud, soñadora tenaz e incansable

Viviendo como si fuera a morir mañana y aprendiendo como si fuera a vivir para siempre.

Claves

  • La envidia es un sentimiento muy mal visto que casi nadie admite como propio.
  • Es tan antiguo como la humanidad, es algo innato en el ser humano.
  • El mal uso de las redes sociales potencia la comparación, la envidia y la frustración.
  • La envidia distorsiona nuestra percepción de la realidad.
  • Prueba a aceptar tus cartas y aprovecharlas para lograr lo que quieres.
  • Poner la atención en lo que tienes y no en lo que te falta.
  • Transforma la emoción de la envidia en energía para cambiar e inspirarte a hacer las cosas de una forma nueva.
  • Toma la responsabilidad de tu vida, tu poder, tu libertad y capacidad para lograr lo que realmente quieres