1. Mantén tu piel bien hidratada
Uno de los pilares del tratamiento de la dermatitis atópica es mantener la piel hidratada, lo cual es clave para reducir la sequedad y la picazón.
- Usa emolientes a diario: Aplica cremas hidratantes ricas en emolientes dos veces al día, preferentemente después del baño y antes de acostarte. Busca productos sin fragancias ni alcohol, para evitar irritaciones.
- Hidrata sobre piel húmeda: Después de la ducha, seca tu piel suavemente y aplica la crema mientras aún está ligeramente húmeda, lo que ayuda a sellar la humedad en la piel.
2. Cuida la temperatura del agua
El baño puede ser tanto beneficioso como perjudicial para la dermatitis atópica, dependiendo de cómo lo hagas.
- Evita los baños largos y calientes: El agua caliente puede despojar a la piel de sus aceites naturales, lo que agrava la sequedad. Opta por baños cortos con agua tibia (5-10 minutos).
- Jabones suaves o sin jabón: Los jabones comunes pueden ser muy agresivos para la piel atópica. Elige limpiadores suaves, sin jabón (syndets), para pieles sensibles.